La competencia digital en el contexto educativo
1. Introducción
En este capítulo se presentará el concepto de competencia digital. La formación en competencia digital de docentes y discentes es indispensable.
La tecnología cada ves tiene más importancia en la literatura científica, en las investigaciones, innovaciones, es decir, en todo lo que engloba a la educación.
Nos encontramos ante una enseñanza basada en competencias que se dividen en tres grandes grupos: competencias técnicas (saber), competencias metodológicas (saber hacer) y competencias sociales (saber ser). En todas, en mayor o menor medida, debe estar integrada la competencia digital.
2. La competencia digital
Desde 2006, se han venido sucediendo nuevas políticas, proyectos e informes centrados en esa competencia y cómo se van desarrollando en el ámbito educativo.
Argudín (2015) entiende por competencia como "saber de ejecución, competencia y saber son recíprocos: saber pensar, saber desempeñar, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para los demás".
La competencia digital va de la mano con las TIC. Esta competencia es en la actualidad uno de los agentes de cambio más influyentes en las diferentes sociedades. La competencia digital se entiende como la suma de todas estas habilidades, conocimientos y actitudes, en aspectos tecnológicos, informacionales, multimedia y comunicativos, dando lugar a una alfabetización múltiple de cierta complejidad.
En el año 2012 la Comisión Europea presentó la estrategia Replantear la Educación, la cual establece la importancia y necesidad de que la tecnología se aproveche plenamente y se integre de forma eficaz en los centros formativos.
El DigComp tiene como objetivo contribuir a un mejor entendimiento y desarrollo de esta competencia en el contexto europeo.
Por otro lado, el Informe Horizon determina y analiza aquellas tecnologías que tendrán un gran impacto en el mundo educativo. En primer lugar, nombra y describe aquellas tecnologías que se prevé que van a tener un gran impacto en una etapa educativa determinada; en segundo lugar, presentan las tendencias que en esos años se van a seguir; por último, expone seis desafíos relevantes en educación que en este mismo periodo de tiempo se pretende conseguir.
2.1 La competencia digital docente
La competencia digital docente hace referencia al conjunto de conocimientos, destrezas y habilidades para el uso de las TIC como elementos integrados en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
DigCompEdu es un marco de referencia que es a la vez una herramienta de auto-evaluación para los docentes y en modelo para las políticas sobre competencia digital y programas de capacitación a este respecto. Está formado por cinco áreas competenciales que incluyen veintiuna competencias, y en cada una se establecen seis niveles que se refieren tanto a conocimientos, como a capacidades y actitudes.
Cabero (2004) nos aconseja plantearnos constantemente la importancia y necesidad de la formación de los docentes en competencia digital. Tal y como establecen Hinojo, Cáceres, Gómez y Romero, los enfoques tradicionales ya se han dejado atrás al menos teóricamente.
Siguiendo a Trujillo, Rodríguez Chaves y Gómez (2018) para que, en esta alfabetización digital, se dé una integración de materiales y herramietnas TIC y se obtengan beneficios de los mismos, es necesaria una buena práctica docente que ofrezca a los estudiantes mecanismos de aplicación de estos elementos.
2.2 Papel de la educación superior
Es esencial el desafío de integrar las aportaciones de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje, y en base a esto, la competencia digital docente es y así debe seguir siendo, un elemento principal en la formación inicial y permanente.
Rodríguez, Romero y Campos (2019), ponen de manifiesto que aspectos como la creación de contenido y compartir recursos y materiales útiles para su realidad como estudiantes de educación o para su futuro como docentes, son elementos que los estudiantes no tienen integrados y no desarrollan cuando se habla de esta competencia.
Poco a poco se están consiguiendo cambios que demuestran que se está avanzando en el camino correcto, aunque es necesario que esta investigación se relacione con la práctica educativa para que los cambios sean reales y efectivos.